Desapasionadamente tuyo

Relatos cortos, discusiones conmigo mismo, opiniones varias... y todo lo que quepa en unas pocas líneas y que demuestre que no estoy muy bien de la cabeza...

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jueves, noviembre 17, 2005

Educación

Me cago en tu puta madre. Es que ya me estás tocando otra vez los putos cojones. ¿Cuántas veces tendré que decirte, cacho cabrón...? Sí, cabrón... y pareces un maricón. Que me tienes negro, jilipollas. Es que te cogía la boca y te metía tal patadón que te reventaba todos los dientes y te bañaba de sangre, pollaboba... Que eres un pollaboba... que tenías que salir a la puta de tu madre, que era tan puta y tenía el coño tan gastado que ya podía yo reventarla a cañonazos y no chillaba sino cuando le daba dos hostias. Es que te voy a meter tremendo piñazo que te vas a acordar de tus muertos, puto enano de los cojones. No te lo vuelvo a repetir, HIJO, la próxima vez que sueltes UNA PALABROTA te corto los cojones y te los meto por la boca a hostias.

lunes, noviembre 14, 2005

La caricia del miedo

Un cubito de hielo se derrite en tu espalda. Notas la helada caricia de una gota de agua recorriendo tu espina dorsal, lenta pero inexorablemente. En tu cabeza el vacío es el amo; tan solo el latir inconstante de tus venas resuena en el centro de tu frente. El Sahara se ha adueñado de tu boca y tu lengua se enrojece y se hincha al rozar con tu baldío paladar. Tu último aliento pugna por ser expulsado de tus pulmones, pero éstos se niegan a hacer el esfuerzo, y el aire se envenena en tus bronquios acelerando tu inconsciencia. Las manos no responden; te tiemblan tanto que para un observador podría parecer que ya no se mueven. Sabes que tus piernas no son ya un asidero seguro al suelo y tratas de mantenerte erguido luchando contra la propia gravedad. La vista se te está nublando, pero puedes ver la muerte reflejada en los ojos de tu contrincante; está justo a tu espalda, soplando en tu nuca con una sonrisa luminosa que brilla más que su guadaña. Es la caricia del miedo... o del amor.

martes, noviembre 08, 2005

El Eterno Suspirante I

¡Bienvenidos, amantes de los libros de autoayuda! En esta ocasión se presenta ante ustedes esta indispensable guía para aquellos pobres ingenuos enamorados de una chica con novio.

No deseo entrar a describir el más que conocido caso de "amigo-de-chica-con-novio". Estos pobres sufridores se agarran con desespero a la más mínima oportunidad de disfrutar del contacto con su amada, pese a saberse utilizados como paño de lágrimas y ocasional distracción.

La realidad es que lo tienen bastante crudo para conseguir variar su situación, aunque una de las claves es el novio de esta muchacha. Haciendo una analogía con el mundo del boxeo, la obtención del corazón de una muchacha comprometida es como un combate contra Mike Tyson (antes de la carcel, violaciones y demás... pero no perdamos el hilo) por el cinturón de campeón del mundo. El cinturón, evidentemente, será la chica, en poder del gran campeón desde hace mucho tiempo y el cual nadie parece poder arrebatarle. Nosotros haremos del "eterno aspirante" (o "suspirante", como más guste): un Rocky en plan cutrillo que hace lo que puede, aunque sabe que en un combate justo ganaría. Pero la justicia no existe en este mundo, y la situación de preponderancia del Mike Tyson de turno hace casi imposible un ataque frontal (aparte de que la mayoría de aspirantes están lejos de ser Rocky...).

La mayor parte de los individuos que han conseguido alcanzar su objetivo han utilizado algún punto flaco del novio actual para destrozarlo completamente con las más viles tretas. Después se han limitado a aprovechar su ventajosa posición cuando ocurre la inevitable caída del susodicho. ¿Pero cuáles son esas debilidades? ¿A qué debemos aferrarnos como un perro de presa y no soltar de ninguna manera? Este es el primero de una serie de posts en los que intentaré acercarme a esta problemática.

Lo primero es ponerse en situación. Para saber si tú, aspirante, estás en condiciones de combatir por tu amada-cinturón (esto suena realmente a sadomasoquismo así que le comentaré al editor algún posible cambio en futuras ediciones) deberías contestar afirmativamente al menos a 8 de las siguientes 12 preguntas:

1. ¿Amas incondicionalmente a la muchacha?

2. ¿Estás seguro de que lo que realmente deseas no es simplemente sexo?

3. ¿Pasa ella tantas o más horas al día contigo que con su novio? (las horas nocturnas no pueden contabilizarse en este apartado. Si por algún motivo la chica pasa también más horas nocturnas contigo que con su amado, y no es por el turno de noche, deja de contestar este cuestionario y apúntate 12 síes)

4. ¿Te sientes realmente cómodo estando con ella?

5. ¿Notas que ella se siente cómoda estando contigo?

6. ¿Hablais a todas horas?

7. ¿Hablais de sexo? Las chicas sólo hablan de sexo con dos clases de tíos: aquéllos con los que tienen mucha confianza... y los gays. Lo cual me lleva a la siguiente cuestión:

8. ¿Sabe que eres heterosexual?

9. ¿Hablais continuamente de sus sentimientos?

10. ¿Te ayuda en todos tus momentos bajos? (Creo que no hace falta que te pregunte si tú le apoyas a ella en sus momentos bajos)

11. ¿Critica sin parar a su novio? (Otra de muchos puntos... al menos te indica que no durarán demasiado... sobre todo con un poquito de ayuda por tu parte)

12. ¿Se pone guapa cuando está contigo? (Vale, lo bonito de la confianza es que la chica le da igual estar en pijama delante tuyo... Pero si no se acicala ni lo más mínimo estando contigo es que está en el nivel de "confianza que da asco" - literalmente -, del cual es muy difícil escapar).

Una vez confirmadas nuestras esperanzas, sólo nos queda comenzar a repasar poco a poco todas aquellas cuestiones que pueden hacernos descubrir si el Mike Tyson de turno es invencible o lo tenemos al alcance de la mano...

...pero esto llegará en otro post.