Desapasionadamente tuyo

Relatos cortos, discusiones conmigo mismo, opiniones varias... y todo lo que quepa en unas pocas líneas y que demuestre que no estoy muy bien de la cabeza...

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domingo, mayo 14, 2006

Pelos

Desde que se pusieron de moda esas películas de miedo japonesas hay varias cosas que no puedo ni ver del susto que me dan: Los niños chinos, sobre todo si tienen los ojos grandes; las niñas chinas, a menos que tengan las tetas grandes (vaya, me traicionó el subconsciente); y los pelos... más que ninguna otra cosa, los pelos... en la ducha.

Y es que me dan mucho miedo. Paso más miedo que Espinete con una caja de condones; más miedo que Olivia cuando Popeye llegaba a casa con ganas de marcha y tres latas de espinacas arriba; más miedo incluso que Zapatero cuando se enteró de que no era una broma de Bono lo de que había ganado las elecciones e iba a gobernar España.

Conozco la historia de un chaval que estaba dándose un baño, se le enredaron los pies con los pelos que habían quedado por fuera del tapón, y murió ahogado tratando de zafarse de tanto pelo. Es verdad: se lo contó a un amigo mío el cuñado de una prima segunda suya que una vez conoció a la hermanastra del panadero del implicado.

Con tanto pelo, parece que vas a empezar a jalar y vas a sacar una cabeza y todo. Sé de un amigo que tirando de los pelos sacó casi 5 kilómetros de cabellera. Se hizo empresario y comenzó a vender pelucas de pelo natural con "efecto mojado".

Las muchachas se quejan de nuestras tapas levantadas en el váter... ¿Pero es que no han visto sus pelos? Porque seamos realistas: los pelos son de ellas. Yo lo sé más que nadie, que estoy más pelado que el del gordo de navidad. Así que esos pelos no pueden ser míos. Si miden más de 1 cm. quedan descartados de inmediato. De hecho, el otro día encontré unos pelos rubios en la ducha, así que aún más claro que no son míos... un momento... ni de mi mujer... ¡Van a ser del jodido electricista que me encontré el otro día en casa! Poniendo un enchufe... ¡Los cuernos es lo que me estaba poniendo! ¡Me va a oir bien claro! ¡Encima tiene la cara de ducharse! ¡Cómo se le ocurra volver a mi casa y no quitar los pelos cuando termine le voy a decir cuatro cosas!